viernes, 16 de febrero de 2024

Patakí de Elegguá y Obi: ¿por qué el coco es negro por fuera y blanco por dentro?

 




Obi: El del alma y cuerpo blanco.

 

Olofin, que andaba por la tierra conoció un día a un hombre que le llamaban Obí y le impresiono mucho, pues encontró que era una persona justa, sin orgullo ni pretensiones; no era vanidoso.

Entonces Olofin decidió que Obí viviera muy alto y se buscó una mata de palma, poniendo a Obí vestido de blanco por fuera y por dentro, llamándose entonces la Palma de Obí (palma de cocos y cocoteros). Le dijo que su alma seria inmortal y que trabajaría para él.

Le presento a Elegguá a quien quería mucho, entonces, entre Obí y Elegguá surgió una buena amistad. Fue así como Elegguá pudo conocer a todos los amigos de Obi: los ricos, los pobres, los limpios, los sucios, los derechos y los jorobados, los mas desdichados y afortunados, sin exclusión alguna.

 

Obi Pierde la Humildad

Pasó el tiempo y Elegguá percibió un cambio en Obi, desde que había sido encomendado a vivir en lo alto de la palma, la humildad no reinaba en él, la altanería y la soberbia se habían apoderado de su ser.

Un día Obí iba a celebrar una fiesta y le encomendó a Elegguá que se encargara de todas las invitaciones; y como Elegguá había visto lo vanidoso que Obí se había vuelto, para fastidiarlo, invito a todos los pordioseros y vagabundos que encontró a su paso.

Cuando Obí llego y vio la casa llena de tanta gente sucia, se disgustó mucho y les dijo:


“¿Quién los invito a mi casa?” y todos le replicaron “fue el Elegguá”


Obí se enfureció y los boto a todos diciéndoles que él no admitía pordioseros ni mendigos en su casa.  Todos salieron de allí con mucha vergüenza y Elegguá también se marchó con ellos.

 

 

Elegguá se niega a servirle a Obi.


Un día Olofin le pidió a Elegguá que fuera a casa de Obí a llevarle un recado, pero Elegguá se negó, y cuando olofin preguntó por que se negaba a ir a casa de su amigo Obí, Elegguá le conto que Obí se había vuelto muy altanero y se negaba a recibir en su casa a los pobres y humildes.

Olofin escucho en silencio el relato de Elegguá y cuando este término le dijo: “Yo he de enseñarle una lección a Obí”

 

Olofin se disfrazó de mendigo y se fue a casa de Obí tocándole la puerta.


- Necesito comida y refugio -dijo olofin disimulando la voz.

- ¿Cómo te atreves a aparecerte en mi presencia estando tan sucio? -le reprendió Obi.


Olofin entonces exclamo:

-          “OBÍ MEYE LORI EMI OFI” que significaba: Obí, mira quien soy

 

 

Obi recibe su castigo:

 

Obí trato de enmendar el error al comprobar que había votado a Olófin, quien le dijo:

 

   “Obí, yo te creía un hombre modesto y bueno, sin falsos orgullos, ni vanidades; por eso te hice blanco por todos lados y con un espíritu inmortal; pero parece que, de vivir tan alto, la cabeza se te lleno de nubes: yo te dejare en lo alto del cocotero, pero caerás y rodaras por la tierra, para que aprendas que por muy elevado que cualquiera este, también se puede venir abajo.

Mientras exista este planeta, te vestirás de verde por fuera y blanco por dentro, cuando te seques serás negro. Cuando rectifiques tus errores te perdonare.

Mientras tanto, le servirás a todos los Orishas y les ayudaras a predecir el futuro a todo el que quiera saberlo, tanto los ricos, como los pobres”